Antes Francisa, ahora Camila

Como de costumbre se levanto al medio día, era verano y por lo mismo se tomaba la mañana para descansar y tratar de hacer un poco mas corto el día. Su madre trabajaba todo el año, no tenían mucho tiempo para estar juntas, prácticamente la conversación entre ambas era nula; por otro lado su padre solo de vez en cuando, pues los constantes viajes fuera del país y además de la separación marital de sus padres así se lo permitían; no tenia hermanos, lo que hacia aun mas critica su situación, potenciada por la depresión que venia atormentándola hace ya varios años… pero que mantenía en secreto, no quería verse débil ante los demás , mucho menos que sus amigas se enteraran, ya que ellas eran tan exitosas, básicamente ante los ojos de Francisca sus amigas lo tenían todo, una familia unida

Cuando se miró al espejo, como cada día, recordó todo lo malo que le había sucedido, no soportaba verse así, según ella su apariencia era la culpable de la maldita vida que le había tocado sobrellevar.
Su amiga Claudia, la fue a buscar para ir a la playa, todos sus amigos asistirían, tenían organizado un asado al termino de la jornada hecho que a Francisca no tenia muy animada, pero que para no ser menos decidió disimular su angustian, y como poniéndose una mascara, puso una sonrisa en su rostro, preparada para salir a actuar frente a sus amigos, ya teniendo de antemano memorizado el guión de las excusas, y como abriéndose el telón emprendía una nueva obra teatro, guardándose en si misma y dejando en reposo los pensamiento, los recuerdos que hacían de su vida un verdadero infierno. Lo que no tenia estipulado Francisca eran los imprevistos, ella era muy analítica de cada acción que realizaba, de cada movimiento que hacia, ya tenia contempladas un sinfín de consecuencias que podrían suceder, no obstante, jamás imagino lo que esa noche después de la playa le ocurriría…
Se dirigieron todos juntos a la casa de Andrés, el chico nuevo del condominio, era allí que harían el asado para culminar el entretenido día que habían pasado. Los hombres se encargaron de preparar la carne y comprar las bebidas, las chicas quedaron a cargo de… nada, solo escuchaban música y conversaban de manera superficial sobre quien era el chico mas guapo de la cuidad,

De pronto y sin darse cuenta se había aislado de sus amigas, se dirigió al baño y de ahí no se movió durante varios minutos… cuando entro en si abrió la puerta para salir, y ahí estaba el , el padre de Andrés, el mismo hombre que la había violado cuando ella era solo una niña, en aquel tiempo que el trabajaba para la compañía de su padre, así fue que un día fue invitado a cenar en su casa, cuando vio a Francisca por primera vez, en un afán de obsesión comenzó a perseguirla y a acosarla, la espero a las afueras del colegio, la tomo violenta y sigilosamente, la metió dentro de su auto, que segundos mas tarde seria testigo del horrendo episodio que marcaría a Francisca para siempre. Así mismo y de manera trágica fueron pasando esos dramáticos momentos por su cabeza, estaba paralizada, estupefacta con lo que estaba presenciando mientras el padre de Andrés la miraba con una sonrisa perturbadora, fue asertivo el segundo en que llego Claudia al lugar, si no hubiera sido por ella Francisca hubiera seguido pasmada en aquel imprevisto encuentro.
Su amiga al verla ensimismada pregunto que era lo que le ocurría y a eso se sumo Andrés y todos los del grupo, esta especie de encerrona turbo aun mas a Francisca sin ninguna explicación analítica, respondió solo lo que le vino primero a la cabeza, diciendo que se encontraba enferma del estomago. Se fue a su casa y en el instante de cerrar la puerta sus ojos no aguantaron ni un segundo más, y se largo a llorar.
Esa noche y como muchas otras tampoco durmió, recordaba cada escena vivida con aquel hombre y en cada una de ellas se odiaba mas así misma, odiaba su cuerpo, odiaba haber crecido, pensaba que ahora que era toda una mujer talvez le gustaría mas al padre de Andrés; así comenzó a hundirse mas, dando inicio a un clavario interminable, dejando de comer para perder sus curvas, para que todos los hombres y en especial el violador no la miraran ni la desearan. Primero restringió su comida por completo, dejando de lado sus alimentos preferidos, luego empezó a hacer ejercicio, de forma sobre exigida; después ayunos ocasionales que no tardaron en hacerse habituales; se alejo de sus amigas, casi no salía de su casa; Francisca estaba sola… pero no le importaba estarlo. Amaba cada hueso que salía a la luz, adoraba no tener voluptuosidad; pero sin embargo estaba débil, con mucho frío; paso de pesar 62 Kg. a pesar 44 Kg., la diferencia era evidente, pero la ocultaba con capas y capas de ropa.

Por fortuna de ella no volvió a saber del papá de Andrés, pero tenia claro que si salía de su casa de manera frecuente lo más probable era que se lo toparía, por lo que se mantuvo encarcelada en su hogar.
Una noche pávida estaba muy mal, le costaba respirar, su corazón latía a un ritmo veloz, comenzó a ver todo borroso y su conciencia empezó a decaer…
Despertó en una clínica, todo a su alrededor de color blanco, era atemorizante; una enfermera se le acerco conmocionada para preguntarle como se sentía; Francisca le respondió que se sentía bien… pero que por favor le contara por que estaba en la clínica y qué le había sucedido… sin responder la enfermera desapareció, y de modo inesperado entro Claudia a la habitación, Francisca dio un salto cuando la vio entrar, pero al mismo tiempo estaba confundida pues su amiga se veía mayor… con algunas arrugas en su rostro y en el cabello con una que otra cana; después exclamo Claudia… pero esta le pregunto por qué la llamaba así, diciéndole que ese no era su nombre, que realmente se llamaba Paula. Francisca estaba pasmada y desentendida con la situación, no dudo ni un minuto mas en pedirle una explicación, y que le especificara por que se encontraba en aquella clínica; a esto Paula le contesto que a causa de un problema neural al que todavía no le han encontrado una diagnostico claro, ella había caído en un coma y que había permanecido así durante mas de 15 años… después de escuchar su respuesta volvió formular otra pregunta, por qué le dijo que su nombre no era Claudia sino que Paula; le contesto: Camila…

Camila anonadada con lo que estaba escuchando manifestó reiteradas veces que su nombre era Francisca y no Camila… grito y chillo como loca…
Y allí se quedo Francisca sin saber que era lo que estaba pasando en su entorno, no teniendo certeza de que era lo que le había ocurrido, dudando si lo que había vivido era cierto, si en realidad lo había vivido o quizás todo fue producto de un sueño o de una ofuscante pesadilla.
Anapola
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